sábado, 18 de abril de 2009

SEGURIDAD SEGUN LOS “PELAOS” DE CASTILLA

En el balcón de la casa de mi abuela, mi abuelo observando hacia el horizonte, me contaba como hace menos de 2 décadas se enviciaron desde niños la mayoría de “malosos” que asechan y asechaban todas las noches al barrio Castilla de Medellín, me decía que cada uno empezó a fumar marihuana desde mas o menos los 11 años en la quebrada del frente de la casa, y hacían “Vaca” para comprarse un cigarrillo entre todos, cuando empezaron a crecer, se volvieron violadores y atracadores, cada uno formo su banda, y se empezaron a odiar entre ellos mismos, por temor a que los echaran del barrio se tuvieron que armar y muchas veces se sobrepasaron con la misma comunidad implantando el terror, poco después la mayoría fueron asesinados, por los mismos amigos, por gente de las otras bandas o por la misma policía. En la actualidad quedan muy pocos “pelaos” de esos, me decía mi abuelo yéndose con su mente a un lugar en el que vivió años atrás y agradeciéndole al destino su formación de padre a hijo, ya que esto ayudó para que sus hijos fueran unos de los mas afortunados del barrio, por no haber participado de todos estos actos delictivos por decirlo de así, de los que fue testigo el barrio entero.

Ahora se ven bandas y a pesar de que no dejan de hacer cosas malas, son mas colaboradores con la comunidad, hasta muchas veces ellos son capaces de proteger mas el barrio de lo que lo puede llegar a hacer la misma policía, él me decía que la mayoría de personas que ahora habitan en el barrio saben quien es el que mata, atraca, viola etc., hasta sabe donde vive y quien es la mama, y si alguien de la comuna necesita ayuda simplemente puede pedir que venga de ellos.

Mi abuelo me seguía narrando toda su historia con pelos y señales y me decía que esa gente ha estado siempre ahí, desde que Pablo Escobar comenzó la guerra y formo sicarios, y me recordaba que esos años siempre fueron mas peligrosos y que lo que me ha tocado a mi no se acercaba mucho a lo que se vivía en esa época en las comunas como Castilla, mi abuelo con una sonrisa en la cara se alegraba de que esos años ya habían pasado y me decía que nunca pensara en meterme en un grupo de esos, que por lo menos yo estaba un poco mas alejado de ese tipo de cosas y que plasmara toda mi inteligencia en el estudio, para poder ser alguien en la vida y no necesariamente tener que matar para poder comprarme el gramito de basuco o de perica.

Al final me di cuenta de que él tenía la razón, ya que eso que se había vivido era difícil de inventar, mientras los dos estábamos en el balcón me mencionó nombres de varias bandas que son amigas de la familia y me señaló personas que tienen secuelas de miembros rotos por culpa de una guerra que se empezó a vivir en una época ya pasada.


Pablo Federico Taborda A 11º

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